Ser o no ser
Desde Centroamérica nos llegó una flor que asombró al viejo mundo por su belleza y que se ha convertido en el símbolo de México. Acocoxóchitl es su nombre original, aunque es más conocida como dalia. Son flores de colores muy llamativos. Pero no todo es lo que parece. Esta foto corresponde a una estructura crecida en laboratorio y de manera totalmente inorgánica mediante un proceso biomimético. Nuestra imagen es muy similar en morfología y estructura a las flores de la dalia, pero su composición es de carbonato cálcico precipitado en laboratorio. En concreto, estas falsas dalias se generaron en lo que se conoce como jardines químicos, que son estructuras auto-organizadas y formadas por advección de fluidos desde las zonas de reacción, donde se forman membranas de precipitación semipermeables. Las fuerzas impulsoras del crecimiento son la osmosis y la flotabilidad. Este proceso está muy cercano a la idea que los científicos tienen de como debió originarse la vida en nuestro planeta.
Quanta 650 FEG (Thermofisher Scientific-FEI). Imagen coloreada manualmente mediante Photoshop.