Paisaje atrapador
Las estrategias naturales de las especies para asegurar su continuidad son infinitas y algunas inimaginables. La imagen del estigma de la flor de Moricandia arvensis (collejón) nos recuerda a los tentáculos venenosos de las anémonas de mar, con los cuales atrapan a las presas que pasan cerca de ellos. Por otro lado sirven de refugio a algunos peces, que son inmunes a su veneno, como el pez payaso. En este caso, los filamentos del estigma, formando una especie de felpudo, junto con una sustancia pegajosa que segregan, retienen el polen hasta que se produce la germinación, asegurándose así el éxito reproductor. El collejón se caracteriza por su plasticidad floral, produciendo grandes flores lilas en primavera pero pequeñas flores blancas y redondeadas en verano.